viernes, 29 de octubre de 2010

“LIVING”: Cuerpo, tiempo y espacio nos narran sobre la soledad y la necesidad de las relaciones perdidas

El Feng shui dice que la sala de estar o popularmente conocido como living, es el corazón de la casa y el lugar esencial de la comunicación. Además, dice que los colores adecuados para ese lugar, dependerán de si se quiere que predomine la tranquilidad o bien se desea un lugar de mucho movimiento social.



¿Pero qué pasa cuando este espacio no coincide con estas características?

Este sistema ancestral de estética, además, plantea que para la decoración se recomiendan los tonos amarillos, naranjas u ocres, que favorecen la cordialidad de las relaciones, la comunicación y la auto-expresión. Esta sugerencia se comprende, insistimos, bajo la premisa de que la sala de estar es el centro de la comunicación y de las relaciones familiares y de amistad.
“Living” es un montaje que particulariza desde el cuerpo esta discusión, es una creación colectiva creada por la compañía emergente Huacho Nacional, que ahonda en el debate sobre las relaciones y el rol de la sala de estar, en un momento de la historia donde la individualidad es el eje de la vida.
El montaje, quiebra con las convenciones de estabilidad para la buena comunicación que antes mencionábamos y en este caso, por ejemplo, esos colores amarillentos, anaranjados y ocres si están presentes en la pieza, pero no van en la “dirección positiva” a la comunicación que plantea el feng shui, sino todo lo contrario, se postula oscuro, lejano y desestabilizador, de la mano con unos cuerpos que se instalan en directa relación con esta iluminación y espacialidad densa.

Cada ser que se para en este lugar -un living- vive un propio mundo, y sólo de vez en cuando instala una “seudo” relación con los otros, insistiendo en la discusión sobre las relaciones. Se emplazan en miradas rápidas y concretas, en unas pequeñas interacciones cotidianas y en la utilización de un recurso de la danza como el “contact”. Como podemos ver, todo ligado y en directa relación con el uso del cuerpo y desde este lugar es que la compañía Huacho Nacional plantea su discurso: seres que “viven” en esta sala de estar, y que parecieran ser unos entes individualistas que no están interesados en el otro, pero que realmente viven en un limbo de afecciones hogareñas frágiles y vertiginosas, de un pasado y un futuro, de recuerdos olvidados y de presentes autónomos.
Huacho Nacional frente a esta convención, arma una discusión muy interesante, pensando que el día de hoy una computadora personal es el mejor medio para relacionarse con los otros.
Siguiendo con “tips” que entrega el feng shui, nos adentraremos en relación a los muebles y la disposición general de estos. Se plantea que es necesario crear las condiciones para favorecer la comunicación en este espacio; por lo tanto, si todos los asientos se agrupan contra las paredes y el centro queda vacío, se produce una instancia de energía llamada “chi rápido”, que suma a esta positividad del espacio que nos plantea el feng shui.
Pero en “Living”, los muebles están lejanos a la pared, y más aun, mientras transcurre el montaje estos se van alejando más de ellas -debatiendo, insistimos, frente a la armonía que nos plantea este sistema ancestral de estética asiático- y donde, en cuanto al espacio del centro, que si está vacío en un comienzo, este se va reduciendo a medida que los muebles se van juntando.
Por lo tanto se produce un bloqueo de este “chi” y eso va de la mano en cómo se irán comportando los cuerpos de este living, a medida que transcurre la pieza.

Los ambientes tienen su propio lenguaje y la sala de estar debe hablar de nuestros sueños, de nuestras preferencias, de nuestra historia personal y familiar. “Living” encuentra la representación de un pasado y un futuro en este lugar. Donde se presenta una instancia de retratos familiares, de recuerdos y objetos heredados. Y de esta forma, para estos seres individualistas y solitarios que vemos en este espacio, la única conexión para lograr una relación será la propia historia de cada uno, y la sala de estar permitirá que los otros la conozcan y se integren a ella; como ocurre en el desenlace, en el que físicamente el espacio amplio e individualista, se transforma en un espacio concreto y grupal, del que no se puede salir y donde hay una necesidad por la relación cercana entre estos cuerpos.

“Living” nos presenta un espacio lleno de simbología. Una estética de las relaciones y una poética de cruces entre los cuerpos. Una pieza que más profundizada, podría adentrase en un tema muy potente, principalmente, porque el día de hoy las relaciones con el otro se hacen cada vez más austeras. Instala una discusión desde el meollo del asunto, o sea, el propio cuerpo, porque la relación primordial con el otro parte desde este lugar; desde lo físico y corporal. El ser, desde la relación con el otro, constituye su propia realidad humana, por eso es un acierto desde este punto, este montaje. Nos constituimos como sujetos gracias al otro y “Living” se adentra en el mundo privado de un hogar, que pueden ser muchos hogares, donde se cruza el pasado para con el presente y donde los cuerpos que se instalan allí, piden gritos relacionarse con el otro.


"Living"

Elenco: Pilar Bustamante, Felipe Reyes, Irma Haro, Carlos Silva, Katherine Gatica. 
Diseño Integral: Julio Munizaga, Marcia Lefiman, Gonzalo Sanhueza.
Video: Juan Osorio Negrete.
Técnicos: Iván Manríquez, Felipe Santibáñez.

miércoles, 6 de octubre de 2010

NEMOTECNIA: "Pentesilea" de Heinrich Von Kleist

Pittore di Pentesilea, Achille uccide Pentesilea, kylix attica a FR, 470-460 a. C. ca., da Vulci, Monaco, Antikensammlungen


EL AMOR… MÁS ATENTO AL SUEÑO QUE A LA REALIDAD

Dos conflictos: el primero da lugar a la nivelación del sexo masculino con el femenino, donde se cuenta una historia de cambios de papeles. Donde el rol dominante es entregado a la mujer, pero sin conseguir con esto eliminar la discordia de géneros, un conflicto externo a la historia de la pieza, que va en directa relación con el lector y su capacidad de discusión y análisis.
Por otro lado, la existencia de un conflicto interno; el que vive Pentesilea, el conflicto más importante de la obra; el de la contradicción humana, el de aceptar e irse en contra de su pueblo. Una realidad que vive la protagonista: elegir lo que venía haciendo o el amor.
Ambas disyuntivas, en “Pentesilea”, nos invitan a presenciar el conflicto entre la emoción y la razón.

La libertad sin trabas morales de Pentesilea, es un fiel paralelismo con el concepto de “romanticismo alemán” donde prima el sentimiento y algo más sobre la racionalidad y la técnica.

El autor pone a su protagonista, en lo que llamaría “sonambulismo”; algo así donde la razón queda sometida a fuerzas más oscuras y casi por obviedad, inconscientes. Específicamente, la definición de sonambulismo es cuando una persona presenta un trastorno que desarrolla actividades motoras automáticas, que pueden ser sencillas o complejas. El sonámbulo se mantiene inconsciente y sin probabilidad de comunicación. Este trastorno puede asociarse a los terrores y refleja miedo, deseo de huir y agresividad.
Algo así es lo que le ocurre a Pentesilea, la “desgraciada” reina amazona; una mujer enamorada, mitad furia y mitad gracia. La reunión entre sexualidad, canibalismo, violencia y amor. Según el propio autor, Pentesilea era “como una marioneta en manos de un sueño”, una mujer que  pareciera estar poseída por el demonio. Su razón pasa por los pro y por los contra, se clava en interrogantes y es justo en ese momento que se suma una fuerza instintiva y escondida que comienza a apoderarse de ella, en el momento en que esta razón comienza a estallar; va “cuan caballo de carrera”, sin mirar a los lados, solo con un objetivo; Aquiles, un hombre que a diferencia de Pentesilea es un ser racional y respetuoso, ingenuo, frívolo y desenfadado. Al igual que la protagonista vive en la discordia interior de ganar o quedarse con el amor de Pentesilea.  
Todo desenlaza en lo agresivo, en lo terrible; Pentesilea da muerte a su amado y más aun, suma un “canibalismo” que cuando calma y “despierta”, da cuenta de un resultado terrorífico que desencadena un nuevo acto fatal de la protagonista.

Podríamos decir entonces que el fin del romanticismo y lo que quiere expresar Von Kleist es una “fascinación forzosamente mortal”, es decir, no mostrar lo obsceno, sanguíneo y terrorífico, sino un concepto más radical y metafórico, la existencia del amor solo por medio de la muerte.

El hombre está limitado y confiado a su conciencia cotidiana y diurna; el autor de “Pentesilea” nos muestra que en éste estado de sonambulismo, todos podemos romper los nudos de la moral, que podemos ser por unos momentos libres, aunque esto conduzca a la destrucción.
Por lo tanto si vamos entrelazando todos los conceptos diríamos que el fin de las “obras románticas” es mostrarnos -en el caso de “Pentesilea”-, la imposibilidad de construir un centro vital que defienda la sensación obsesiva por jugar “al todo o nada”. Y en general diríamos que el romanticismo agudiza en una de las contradicciones y dualidades del “yo moderno”. Donde simplemente, no pueden aguantar más, donde el dolor los destroza, o mejor dicho, los suicida; Donde no hay redención, purificación, ni tampoco alivio en el dolor, sino una profunda soledad; el amor.